domingo, 17 de diciembre de 2023

ZACARIAS MACERA. Un vitral de Santa Cecilia y una placa conmemorativa.

ZACARIAS MACERA. Un vitral de Santa Cecilia y una placa conmemorativa.

Fotos personales tomadas el 11 de noviembre de 2023
A falta de mayores datos el vitral de Santa Cecilia y las alegorías de una placa conmemorativas nos revelan algunos datos de la vida de esta personalidad que de otra manera permanece silenciosa. El vitral nos muestra la figura de una santa ya que es portadora de una auroelo alrededor de su cabeza y en sus manos un instrumento musical. Por diversos modelos iconográficos no podemos dudar de la identidad de este vitral. Por el otro lado en la placa que vemos sobre una puertta trilobulada muy interesante dice: "A la Memoria de ZACARIAS MACEDA. Homenaje de sus amigos". La figura femenina apoyada sobre el círculo de eternidad que enmarca el rostro del destinatario de este homenaje, es posiblemente una ALEGORIA ya que vemos en su mano derecha una pluma de escribir que nos indica que posiblemente sea un autor de obras musicales. En el interior de este monumento funerario vemos a los pies del vitral un busto  de Cristo con la CORONA DE ESPINAS de autor desconocido pero que nos revela los tesoros escvondidos y generalmente desconocidos dentro de estas bóvedas.  Debajo vemos una urna que dice: "ZACARIAS J. E. MACERA. Q.E.P.D. Falleció el 3 de agosto de 1901". Con todos estos datos no puede obtener mayor información sobre su biografía.
RECURSO.
Una de las santas más conocidas y veneradas a lo largo de la historia cristiana ha sido Cecilia de Roma.
Universalmente reconocida como patrona de la música, esta mártir primitiva ya tenía una amplia veneración y reconocimiento por parte de la comunidad cristiana en el siglo IV de nuestra era, y posteriormente se la ha conmemorado tanto en Oriente como en Occidente. Su nombre también es de los que figuran entre las santas mujeres mártires conmemoradas en el Canon de la Misa.
Pero, ¿sabemos realmente quién fue esta mártir tan reverenciada?
La Iglesia Católica conmemora el 22 de noviembre, la muerte de Santa Cecilia, una mujer de familia noble que falleció en un año indeterminado entre el 180 y el 230 de nuestra era después de ser torturada por su conversión al cristianismo.
En 1594, el papa Gregorio XIII la nombró patrona de la música, y así sigue siendo hasta hoy.
Al parecer, buena parte de su historia se conoce gracias a la aparición a mediados del siglo V de unos textos llamados ‘Actas del martirio de Santa Cecilia’. En ellos se indica que la joven se convirtió al cristianismo y que sus padres la casaron con un noble pagano al que, en la misma noche de bodas, la novia hace saber que se ha entregado a Dios.
Con esto quiere decir que guarda su virginidad para Él y que ésta es custodiada por un ángel.
Como es natural, el extrañado novio quiere ver al ser alado, y Cecilia le convence de que sólo se le aparecerá si se bautiza, cosa que acaba por suceder y el hombre acaba convertido a la fe de su amada esposa. No corrían buenos tiempos en Roma para los cristianos y fueron condenados a morir de formas aberrantes. En el caso de Cecilia, primero lo intentaron en las termas de su propia casa, tratando de ahogarla con el vapor sin conseguirlo. Luego, llamaron a un verdugo para que le cortara la cabeza: la historia dice que éste dejó caer tres veces su hacha sobre ella sin conseguirlo, con lo que huyó despavorido abandonando a la joven ensangrentada pero viva.
Aunque quedó maltrecha y murió finalmente tres días después. De ahí que en algunas obras de arte se la represente ya cadáver con un tajo en su cuello, como en la escultura en mármol de Stéfano Maderno (1576-1636), que se encuentra en la iglesia de Santa Cecilia en Roma, donde supuestamente reposan sus restos.
En muchos cuadros se la ve, sin embargo, entre instrumentos musicales, comúnmente tocando un órgano. Pero… ¿sabía tocar santa Cecilia? ¿Por qué es la patrona de los músicos? Una explicación se basa en que, según dicen, la chica se dedicó internamente a cantar a Dios mientras los músicos tocaban en su boda, acordada por sus padres, aunque parece una explicación insuficiente.
El Papa que la nombró patrona, dijo que había “demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música”. Pero el director de orquesta venezolano y profesor de historia de la música Jesús Ignacio Pérez-Perazzo apunta los que a su juicio son los dos argumentos más plausibles para ello.
En primer lugar, “el hecho más probable para que se le relacione con la música es que desde muy joven, y de acuerdo con las costumbres y tradiciones de las familias patricias romanas, Cecilia debió iniciarse y tocar algún instrumento musical, probablemente la lira, la cítara o algún tipo de arpa de las utilizadas por las damas de la sociedad romana”.
Y a esto le añade que en las citadas ‘Actas del martirio’ está escrito ‘Candéntibus órganis Cæcilia Dómino decantábat dicens…’, lo que quiere decir: ‘Mientras estaba el horno al rojo vivo (las termas de su casa donde intentaron asfixiarla), Cecilia cantaba al Señor diciendo…’
La tesis de Pérez-Perazzo es que en algún momento la persona que realizó la trascripción “tradujo la palabra ‘órgano’ –que por aquel entonces, en el siglo III, se empleaba para referirse a una especie de fuelle, herramienta o utensilio para hacer insuflar algo, por el neologismo que nombra al instrumento musical actual que derivó del ‘hydraulis’ utilizado por los romanos para animar las festividades del circo romano”.
De ahí los numerosos cuadros que la muestran tocando el órgano.
Es una hipótesis. En cualquier caso, el 22 de noviembre, los músicos seguirán celebrando el día de su patrona.







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