Juez VIRGILIO MARIANO TEDIN. Dio a cada uno lo suyo, vivió honestamente y a nadie dañó”.
Fotos personales tomadas el 30 de diciembre de 2023
No puedo terminar el año sin volver a conmoverme con este monumento funerario realizado por el aporte de la población como su mejor homenaje a su memoria. En el mensaje de despedida de sus restos se escuchó que era suya. "la misión de aplicar y mantener inflexiblemente la Verdad, la Justicia y el Derecho; es decir, el imperio de todo lo que es alto y grande en las naciones civilizadas y libres”, dijo el gobernador de Buenos Aires Bernardo de Irigoyen al inaugurar el mausoleo. Mi deseo y acción es ayudarles a soñar aquello es verdaderamente digno, alto y grante para que nuestro país pueda volver al camino de la civilización y la libertad.
RECURSO.
Virgilio Mariano Tedín
Reconocido popularmente por su rol de magistrado, el “juez Tedín” pasó a la historia como un ejemplo de independencia del poder político, inédita para la década de 1880.
Virgilio Mariano Tedin nació en Salta el 18 de diciembre de 1850. Hijo de Pío José Tedín, un abogado y político de la Generación del ‘37, vinculado a la Coalición del Norte contra Juan Manuel de Rosas, y de Eulogia Tejada, sobrina de Martín Güemes. Era además hermano de Miguel Tedín, un ingeniero ferroviario que llegaría a ser ministro de Obras Públicas de la Nación.
Cursó sus estudios universitarios en Buenos Aires y se doctoró en Jurisprudencia en 1874, en el mismo año en que luchó en las filas de la Guardia Nacional contra la rebelión porteñista. Al año siguiente abandonó el ejercicio de la profesión de abogado para ingresar a la Justicia: se convirtió en juez en lo Civil en Mercedes y en 1882 lo designaron a cargo del juzgado federal de sección de la Capital.
Su actuación como magistrado estuvo caracterizada por su oposición al fraude electoral, evitando la reiterada manipulación de padrones a conveniencia del oficialismo, y el conteo apócrifo de votos. También se opuso a las no poco frecuentes detenciones arbitrarias de la época, haciendo lugar a pedidos de hábeas corpus. En 1888, por ejemplo, ante una denuncia por amenazas presentada contra el dibujante Eduardo Sojo, propietario del semanario “Don Quijote”, el comisario de la sección 7 de la policía de la Capital puso vigilancia frente al domicilio del ilustrador con la orden de arrestarlo ni bien saliera de la propiedad. Tedín hizo lugar al recurso de hábeas corpus presentado por Sojo por considerar que se trataba de una detención forzada debido a que no podía abandonar su domicilio sin caer en manos de la policía. El juez, además, rechazó la apelación presentada por el jefe de Policía por entender que aquel no era parte en la causa.
Tres años más tarde, el Poder Ejecutivo Nacional decretó el estado de sitio en todo el país y ordenó detener al caudillo de la Unión Cívica Radical, el senador Leandro N. Alem, quien antes de ser arrestado y llevado al buque “La Argentina” presentó un hábeas corpus. Tedín ordenó que le fuera presentado el detenido de inmediato, por entender que no podía ser apresado mientras gozara de fueros parlamentarios. No obstante, el Ejecutivo se negó a cumplir la orden del juez: el comandante de “La Argentina” y el Estado Mayor de la Armada se rehusaron recibir el oficio.
Tedín se casó con María Uriburu Álvarez de Arenales, hermana de José Evaristo Uriburu, con quien tuvo cuatro hijos. Falleció el 29 de junio de 1893, a los 42 años, debido a una crisis cardíaca. Sus restos fueron colocados provisoriamente en la tumba de Domingo Faustino Sarmiento -de quién había sido amigo en vida- en el Cementerio de la Recoleta, hasta que el 29 de julio de 1899 se inauguró su mausoleo en el mismo cementerio, costeado por suscripción pública. El monumento, ejecutado en mármol, muestra a la Justicia en su sitial, desde el que se inclina para poner una corona de laurel sobre la cabeza de un ángel que porta una tabla de la ley. Al frente una leyenda dice: “Al juez Virgilio Tedín. Homenaje nacional”. Mientras que a los costados se lee: “Mantuvo incólumne la potestad de la ley en que reposa el verdadero bienestar de la Patria” y “Dio a cada uno lo suyo, vivió honestamente y a nadie dañó”. “Este monumento se ha levantado por un verdadero veredicto del sentimiento nacional, sin distinciones políticas ni sociales. Y si él debe mantener vivos los tiernos recuerdos del alma, está destinado también a confortar la austeridad, la elevación y el carácter de los que tienen, como el juez Tedín, la misión de aplicar y mantener inflexiblemente la Verdad, la Justicia y el Derecho; es decir, el imperio de todo lo que es alto y grande en las naciones civilizadas y libres”, dijo el gobernador de Buenos Aires Bernardo de Irigoyen al inaugurar el mausoleo.
Una calle del barrio porteño de Palermo, en la zona conocida como Barrio Parque, se llama Juez Tedín, en su honor. Casualidad o no, es la única calle recta en medio del zigzagueante trazado que caracteriza a este rincón de la ciudad. También en Salta, en el Departamento de General Güemes una localidad lleva por nombre el del juez Virgilio Tedín.
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