martes, 15 de septiembre de 2020

CORONEL MAXIMINO MATOSO Y FAMILIA SÁNCHEZ GRANEL.

 Bóveda CORONEL MAXIMINO MATOSO Y DE LA FAMILIA SÁNCHEZ GRANEL.

Fotos personales tomadas el 12 de septiembre de 2020.
El frente de esta construcción tiene una rica presencia de símbolos. Vemos en primer lugar una corona con dos clases de palmas: por un lado LAUREL que simboliza gloria o triunfo y por el otro ROBLE que simboliza fortaleza todo unido por cintas que significan amistad y unidad. También encontramos las ANTORCHAS INVERTIDAS que aquí por su diseño claramente encendidas simbolizan que  la luz de la vida sigue alumbra todas las tinieblas de la vida, aún la misma muerte. A ambos lados de la puerta vemos una especie de escudo que reúne un conjunto de armas de guerra como sables, hachas y nuevamente laurel y roble. 
RECURSO.

El 11 de marzo de 1879 llega al Segundo Jefe Coronel Maximino Matoso una de las últimas disposiciones de Roca antes de partir al Desierto: “Comunico a Ud. a los fines consiguientes, que por resolución de esta fecha se ha dispuesto que de los indios que existen en la isla de Martín García, se destinen 150 de aquellos que se encuentren en mejores condiciones al bergantín goleta Rosales para que se instruyan en los trabajos de marinería a fin de que reemplacen más tarde a los marineros de nacionalidades extranjeras que se hallan tripulando los buques de la escuadra. Dios guarde a V.S. Julio A. Roca.
Otros fueron destinados a las cañoneras Uruguay y Constitución, a los acorazados Los Andes, Paraná y El Plata.  

La imaginación vuela pensando en estas personas que en pocos años habían cambiado tanto su forma de vivir. 

La cotidiana sensación de cabalgar con total libertad la Pampa se transformó en un nostalgioso y desgarrante recuerdo al caer prisioneros. En condiciones indignas, sin ninguna consideración ni derechos, fueron trasladados primero a Carmen de Patagones, luego a Buenos Aires y finalmente al campo de concentración de la Isla Martín García. La libertad se trocó en esclavitud.

Marcello Valko en su libro "Pedagogía de la desmemoria" nos cuenta: " Durante un viaje en el Villarino realizado en el invierno de 1883, el D. Nicolás Larraín (amigo personal de Victorino de la Plaza, canciller de Julio Argentino Roca) se sorprende ante la aptitud de los marinos:


“En el personal de la tripulación hay muchos indios marinos, tan educados e instruidos en las maniobras, que uno se sorprende de que estos hijos de la Pampa hayan podido habituarse y hasta identificarse con el buque…

Sus nombres ranquelinos y pehuenches, quedan en la Pampa, la vida hizo olvidar sus nombres indígenas: hoy se llaman Bismark, Gambetta o Garibaldi y obedecen órdenes como estas: -Bismarck! A rizar las velas-Garibaldi! A bracear las velas del trinquete.

https://historiasdelahistoriadelahistoria.blogspot.com/2016/07/los-indios-marinos.html













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