MAURICIO MAYER.
Fotos personales tomadas el 12 de septiembre de 2020.
Enfrentamos un complejo lenguaje simbólico en esta arquitectura. La preside una cruz de troncos muy semejante a la utilizada por la inquisición en su escudo. Está acompañada por una guirnalda de flores que nos habla de vida y afecto. A ambos lados del frente una urna funeraria cubierta por el sudario de la resurrección de Cristo. En ambos ángulos del frente una calavera con tibias cruzadas que nos recuerda ser humildes porque la muerte nos despojara de todas nuestras vanidades. Debajo la fecha 1890 y el deseo de REQUIEM, de descanso en paz. Al costado de la puerta una placa dedicada a MARCELO L. LOBOS 1883-1956 con la inscripción en latín: SEMPER NOBIS PREAESENS ERIS. Tus amigos".
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