ANTONIO ETCHEGARAY. La cruz, la calavera de Adam, pecado y liberación.
Fotos personales tomadas el 3 de junio de 2022
En general hay grandes malos entendidos con relación al simbolismo de calaveras y huesos cruzados que encontramos en la Recoleta. Es necesario conocer el significado simbólico que la tradición cristiana, en sus diversas expresiones artísticas, le ha dado a este símbolo. En primer lugar toda calavera es un llamado a la HUMILDAD, a dejar atrás toda sobervia porque todos hemos de terminar igual. La calaveras, con crudeza, nos revelan el futuro de todos nosotros y nos llama a ser realmente sencillos y humildes, despojados de toda VANIDAD. Pero también hay una tradición que relaciona la CRUZ DE CRISTO con LA CALAVERA DE ADAM para transformarla en símbolo de la victoria de la vida sobre la muerte, de la vida eterna sobre la muerte. El buen deseo de REQUIEM, que descansen le da un fuerte significado a la denominación de la Recoleta como CEMENTERIO, es decir lugar de espera y reposo.
En Youtube pueden ver un video de no más de un minuto y medio sobre el estado de este monumento funerario:
Bóveda de Antonio Etchegaray
RECURSO.
El simbolismo de la calavera, al pie de la Cruz de la que pendió Jesucristo, se debe a una antigua tradición judeocristiana que suponía que en el monte Gólgota era donde estaba enterrado Adán, hombre por el que entró el pecado y la muerte en el mundo. Según esa vieja tradición cristiana se explicaba que allí donde yacían los restos mortales del primer hombre pecador, se izó la Cruz en la que el Hijo de Dios, Jesucristo, murió inmolado para redimirnos del pecado original y rescatarnos de la muerte, dándonos la vida eterna. Es en el fondo un símbolo del triunfo de la Cruz sobre el pecado y la muerte, y una clara alusión a la Resurrección de Cristo.
La calavera al pie de la cruz hacen referencia tanto al significado de Gólgota que dieron los evangelistas, esto es, calavera, como a la presencia de Adán bajo el Gólgota, testimoniando la vieja tradición, recogida en el "Libro de Adán y Eva" de Etiopía y en "Cueva de los tesoros", que gozó de gran difusión en la Edad Media, y según la cual el primer hombre fue enterrado en el mismo lugar en que iba a ser sacrificado Cristo, donde vería su salvación. En "Cueva de los tesoros", se dice que cuando «el Mesías obtuvo la victoria por la lanza, fluyeron sangre y agua de su costado, corrieron abajo hacia la boca de Adán y fue su bautismo y así fue bautizado»; por consiguiente, en los huesos de Adán debe verse la caída y la promesa cumplida de redención.
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