martes, 27 de febrero de 2024

PEIRANO. Obra del Arquitecto ALDO ANTONIO FLÁNDOLI

PEIRANO. Obra del Arquitecto ALDO ANTONIO FLÁNDOLI

Fotos personales tomadas el 22 de febrero de 2020 u eñ 1 de ,arzp de 2022-
Este monumento funerario de un muy puro estilo neo clásico es obra de un arquitecto italiano cuyo nombre es ALDO ANTONIO GAETANO FLÁNDOLI, de no se tiene mayor información biográfica a pesar de tener algunos obras importantes en la Argentina. Solo puedo afirmar que forma parte del grupo de arquitectos italianos que han trabajado en el país. Aún falta determinar el motivo de la escena que vemos en el TÍMPANO de este frente. Se complementa esta arquitectura con las puertas de bronce en las cuales vemos a los CUATRO EVANGELISTAS claramente en estilo Art Decó que es obra del escultor TROIANO TROIANI. Como no he encontrados datos sobre la vida de este arquitecto en la parte de RECURSOS comparto un artículo escrito por este profesional.
RECURSOS.
¿EXISTE UNA NUEVA ARQUITECTURA?
Tema es este, acerca del cual se han suscitado apasionadas polémicas entre profesionales de uno y otro hemisferio, y sobre el que aún no se ha prenunciado la última palabra. ‘Mientras unos se manifiestan por la afirmativa, sosteniendo decididamente el advenimiento de un nuevo ciclo arquitectónico, otros, con no menos vehemencia, niegan a la nueva orientación no solo toda calidad arquitectónica, sino también su condición de ‘‘novedad’. Para contribuir a dilucidar este punto, rindiendo culto a la actualidad, abrimos la presente encuesta.
Es indudable que las tendencias arquitectónicas de la post-guerra difieren fundamentalmente de las que hasta 1914 imperaron en todo el mundo; ese cambio radical, no sólo en lo que respecta a la faz artística de la edificación, sino también en los procedimientos constructivos,.obedece, mis que nada, a factores econdémicos que ya han sido explicados en estas mismas páginas por plumas más autorizadas que la mía, y no hay por qué’ insistir-en ellos.
Ahora bien: cristalizaran en un estilo definitivo los gustos que hoy priman en todo el mundo, y cuyo mas caracterizado tipo es el rascacielos norteamericano? . . .Sinceramente, yo creo que no.
Atravesamos una época vertiginosa, plena de inquietudes insatisfechas, de necesidades crecientes, de progreso incesante; las nuevas ideas, apenas se dan a conocer, son arrolladas por otras mas avanzadas que, a su vez, sufren transformaciones increíbles en el transcurso de pocos arios y, a veces, meses. Este afán de superación, de movimiento, de rectificación diaria, incluye entre sus principales manifestaciones a la arquitectura, que, como es lógico, no puede sustraerse a las influencias del medio ambiente, viéndose impelida, en consecuencia, a seguir el mismo ritmo acelerado de todas las demás actividades contemporáneas.
Por lo demás, la irrupción de un gusto arquitectónico en disidencia con las normas académicas tradicionales, no es un caso nuevo. Desde hace veinte años, Buenos Aires ha visto incorporarse a su edificación los más variados y no siempre felices ensayos de un crecido número de profesionales, ávidos de personalidad, perseguidores infatigables de un estilo nuevo más o menos audaz o más o menos en pugna con los cánones clásicos, pero que, fatalmente, irremisiblemente, ha sido incapaz de sobrevivir a su progenitor.
Un estilo no es obra de un núcleo de.- artistas, ni de una sola generación; para plasmarse en normas y preceptos definidos, tal como han llegado’ hasta nosotros, necesitaron siglos y siglos de concreción y depuración; pero nuestros tiempos no son los mismos. Entonces, la existencia humana se deslizaba por cauces lentísimos: la divulgación artística era difícil y escasa; los procedimientos de construcción eran de un primitivismo completo, y las obras, al requerir para su ejecución cientos de años, determinaban en sucesivas generaciones la necesidad de conservar las características que les asignaron sus proyectistas, obligando a los ejecutores a conservar el estilo.
En nuestros días, la rapidez y facilidad con que se divulgan las diversas manifestaciones artísticas, los perfeccionados elementos constructivos de que disponemos, las exigencias de la higiene y del confort que cada día se traducen en nuevos dispositivos e instalaciones, son otros tantos factores que se oponen a la afirmación de todo estilo, entendiendo por tal la ordenación bajo módulos proporcionales v determinados, de una forma decorativa, susceptible de ser aplicada a todas las necesidades de la construcción .
Y no es de lamentar que así no sea, por cuanto ello equivaldría a anular las grandes posibilidades de higiene, comodidad y provecho de que actualmente disfrutamos, subordinándolas, sin necesidad real alguna, a las proporciones de una disciplina académica.
ARQ. ALDO FLANDOLI
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lunes, 26 de febrero de 2024

RUFINO DE ELIZALDE. Obra del escultor AGUSTÍN RIGANELLI.

RUFINO DE ELIZALDE. Obra del escultor AGUSTÍN RIGANELLI.

Fotos personales tomadas el 31 de enero de 2020 y el 14 de febrero de 2024
Si bien esta obra no figura en ninguno de los catálgos de obras de este escultor todas mis suposiciones me conducen a que este es el creador de esta figura masculina, que si bien algunos la describen como un ángel, me inclino a suponer que es un penitente o un doliente. Es un ejemplo de Art Decó en este cementerio.
RECURSO.
Riganelli, Agustin (1890-1949)
Nacido en Buenos Aires el 19 de mayo de 1890 y fallecido en la misma ciudad el 4 de noviembre de 1949.
De familia humilde, probó varios oficios, iniciando como ebanista y luego como escultor, entre otros. Presentó sus primeras obras, que no aceptadas por el Salón Bonaerense, participó en el Primer Salón de Rechazados.
En la muestra de Galería Costa obtuvo su Primer Premio con su pieza Errabundo en 1920; el busto del poeta Bufano le valió Primer Premio Municipal y Segundo Nacional y con el busto de Julián Aguirre Primer Premio Nacional en 1922.
En Palos de Moguer, España erigió un monumento conmemorativo al vuelo del Plus Ultra. Perteneció a la llamada Escuela de Barracas.
Sus obras admiten una clasificación tripartita, la escultura monumental iconográfica, la escultura decorativa, y grabados y monocopias que reflejan los ásperos y duros rostros de los humildes y la desolada ternura de los rostros expresivos de sus tallas y esculturas.
Integró el Grupo de Artistas Boquenses junto con Arato, Palazzo, Quinquela Martín, Filiberto, entre otros. Realizó un viaje a Europa visitando Italia y especialmente Florencia y Bélgica. Practicó otras técnicas como la acuarela, monocopia y grabado.
Envió sus obras al Salón Nacional desde 1914, figuró en salones provinciales y en muestras internacionales como La Bienal de Venecia de 1912 y la Exposición Internacional de París de 1937. Realizó catorce muestras individuales. Participó en la exposición La Pintura y Escultura argentina de este siglo en Buenos Aires en 1952 y 1953.
En 1921 obtuvo Segundo Premio en el Salón Nacional. En 1922 Primer Premio en el Salón Nacional. En 1922 Primer Premio Municipal en el Salón de Santa Fe. En 1923 Primer Premio Nacional de Arte Decorativo. En 1924 Primer Premio y Medalla de Oro en Escultura en el Salón Municipal. Primer Premio y Medalla de Oro en Talla de Madera en el Salón Municipal. En 1924 y 1925 Primer Premio en la Exposición de la Comisión de Artes Industriales de Buenos Aires. En 1925 Primer Premio y Medalla de Oro en el Salón Municipal. En 1937 Medalla de Plata en la Exposición Internacional de París.
En 1905 comenzó a trabajar como ebanista. Años después dejó esta artesanía para dedicarse por completo a la práctica artística de la escultura. Realizó retratos y cabezas, especialmente de niños en varios procedimientos y materiales como el yeso, la madera, bronce y piedra.
Esculturas naturalistas de acento humano y popular, las tallas de madres proletarias, relieves de mujeres de arrabal, y frisos con hombres de trabajo de las barriadas populares encarnan ideales humanitarios de los grupos de artistas de Barracas y de Boedo en la común preocupación social reivindicatoria. En el monumento a los Caídos del 6 de setiembre de 1930, emplazado al frente del cementerio de La Recoleta, Riganelli ofreció una variante a su lenguaje inclinándose hacia la geometrización de las formas, corriente en la cual no persistió.
Del expresionismo recibió la influencia, siendo el retrato de José León Pagano muestra de ello. Las obras de Riganelli expresan un hondo sentido social. Descubre en la madera el medio idóneo para plasmar su sensibilidad y es en ese trabajo silencioso, humilde y recogido donde logra dar forma a las figuras más representativas de su producción.
Sin maestros, sus primeros trabajos artísticos denotan ya ese gusto innato, ese sentido de la forma, esa percepción de la psicología de sus personajes, que forma parte, sin duda, de su inteligencia. En su viaje a Europa, su condición de intuitivo se complementaría con el conocimiento directo de la producción de los artistas más reconocidos del viejo continente, tanto como por la contemplación de los clásicos expuestos en los más importantes museos. Soplaban en la Ciudad Luz ráfagas de rebeldía anti-academicista. Las propuestas estéticas de las primeras vanguardias, así como el ambiente de la famosa Escuela de París, son conocidos y frecuentados por Riganelli.
A su regreso a Buenos Aires encuentra los vientos renovadores en las costumbres y en la creación artística Pero Riganelli se recluye en su barrio y en su modesto taller a trabajar y trabajar, siguiendo los dictados de su sensibilidad, como hombre de un barrio donde no repercuten en forma decisiva los embates modernizadores. La sensibilidad y la fuerza interior del artista son transmitidas a través de sus obras en las que, al decir de Chiabra Acosta, hay monumentalidad no solo en las de mayores dimensiones.
Hay también grandeza en las obras más pequeñas. Afectan su actitud de modesto trabajador, de artista íntegro e incorruptible. Pese a haber retratado en sus tallas a damas y caballeros de la alta sociedad porteña, lo que define su actitud en el arte son sus obras que retratan, con profundos sentimientos de identificación, a los humildes personajes que lo rodean en su vida cotidiana como El niño de la calle, El buey o cabeza de un hombre rudo, Niño sereno, El amargado, Madre de pueblo o La llamarada, Hilda Heller. Buenos Aires gov.
Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino.






ALÉM. IRIGOYEN. GONZÁLEZ. ILLIA. Los muchos nombres de la Unión Cívica Radical.

ALÉM. IRIGOYEN. GONZÁLEZ. ILLIA. Los muchos nombres de la Unión Cívica Radical.

Foto personal tomada el 14 de febrero de 2024
Siempre es bueno recordar a todas y cada una de las memorias que este Cementerio custodia. En esta placa colocada en el frente al Panteón de los Caídos en la Revolución de 1890 podemos leer: "Aquí descana LEANDRO N. ALÉM. Jefe de la Revolución de 1890. Fundador de la Unión Civica Radial. HIPOLITO IRIGOYEN. Presidente de la Repùblica 1916.1922. 1928-1930. ELPIDIO GONZÁLEZ. Vicepresidente de la Repùblica. 1922-1928. ARTURO U. ILLIA. Presidente de la Repùblica. 1963-1966". Es interesante observar la forma en que escribe el apellido del Presidente YRIGOYEN que hoy generalmente se lo hace con la y griega. También es necesario indicar que aquí yacen muchas otras personalidades dignas de ser recordada como FLORENTINA GÓMEZ MIRANDA. 
RECURSO. 

Libertad y democracia, los legados de Leandro Alem

Por Nicolás Cereijo- Es auxiliar docente del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales repasó la vida y los ideales de Leandro Alem, a 124 años de su fallecimiento

Hoy se cumple un nuevo aniversario (124) del fallecimiento de Leandro Alem. Este artículo es un humilde homenaje a uno de los cultores de la democracia argentina en tiempos muy adversos. A un soñador que dejó todo por apostar a la lucha política.

Creador de dos partidos, uno con un paso efímero denominado Republicano y el otro el más longevo de América Latina, la Unión Cívica Radical. Militante incansable de la libertad y de los intereses nacionales, fue un claro ejemplo de honradez y moral cívica, elementos ponderados en la actualidad por su triste ausencia.

Leandro Além nace el 11 de marzo de 1842. Es hijo de un almacenero federal rosista que fuera fusilado, colgado en una horca y exhibido al pueblo tras la derrota de Rosas. Tenía solo 11 años cuando vio como ejecutaban a su padre, junto a Ciriaco Cutiño, por su pertenencia a la mazorca rosista. Fue el 29 de diciembre de 1853 en la Plaza Independencia, que ocupaba un terreno entre la actual avenida Independencia, Bernardo de Irigoyen, Tacuarí y Estados Unidos.

Muy a pesar suyo, comenzaron a llamarlo "el hijo del ahorcado". El joven Leandro tomó la decisión de modificarse el apellido, cambiando la "n" por la "m". Aún es motivo de controversia el significado de la "N.", que se interpreta como Nicéforo. También firmaba como "Ln. Alem". Cuando le preguntaban qué significaba la "n" minúscula, respondía "nada. Eso significa".

A pesar de crecer sumergido en la pobreza absoluta pudo realizar los estudios secundarios e ir a la Universidad. Con apenas 17 años, participó en los ejércitos urquicistas para derrotar a los díscolos bonaerenses, contra quienes guardaba rencor por el asesinato de su padre. Dos años más tarde, sin embargo, se unió a las filas de Bartolomé Mitre, para luchar contra Urquiza, y poco después también participaría de la Guerra del Paraguay, siendo herido en Curupaytí.

En 1868 se incorporó al partido Autonomista de Adolfo Alsina y al año siguiente se graduó de abogado. Fue secretario en la legación argentina en el Brasil y vicecónsul en Asunción del Paraguay.

Logra llegar a la Legislatura Provincial en 1872 y un año más tarde participa del sofocamiento del alzamiento mitrista en Buenos Aires. Luego se enemista con Alsina, forma el Partido Republicano con Aristóbulo del Valle, resultando así electo diputado nacional y rechaza la cesión de Buenos Aires al dominio nacional en 1880.

Su participación fue relevante en las Revoluciones del Parque y Radical de 1893. Como en todo proceso orgánico partidario, Alem acentúa sus diferencias fundamentalmente con su sobrino, Hipólito Yrigoyen, que lo llevan a una profunda depresión que termina con el fatal suicidio el 1 de julio de 1896. “Mis dolencias son gravísimas, necesariamente mortales. Adelante los que quedan”, escribió antes del disparo fatal en un carruaje camino al Club Progreso. La mesa, donde habían depositado su cuerpo la trágica noche del 1 de julio de 1896, aún se conserva como un tesoro en el Club del Progreso.

De sus reflexiones quedará impregnada una máxima radical: “Que se rompa, pero que no se doble”. Luchador inquebrantable de la libertad y la democracia, este es un pequeño homenaje a un emblema de nuestra democracia y padre del primer partido democrático y moderno, cuya libertad e igualdad son sus pilares básicos e inquebrantables.

Publicado en: Opinión

Link: https://www.perfil.com/noticias/opinion/nicolas-cereijo-libertad-democracia-legados-leandro-n-alem.phtml?rd=1&rd=1  

https://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?id_nota_prensa=18503&id_item_menu=6

 


J.M. LAVIGNOLLE. El paso del tiempo construye metáforas

J.M. LAVIGNOLLE. El paso del tiempo construye metáforas

Fotos personales tomadas el 14 de febrero de 2024
En una primera aproximación a este monumento funerario vemos una frente con una arquitectura NEOCLÁSICA tradicional. en la parte superior vemos el FRONTON debajo de una CRUZ LATINA y en el TÌMPANO la fecha de 1888. A ambos lados de una puerta de hierro PILASTRAS muy sencillas con CAPITELES casi inexistentes. Pero si consideramos uno de sus lados, vemos una puerta que es como la entrada secundaria a las profundidades de este sepulcro y sobre la cual vemos el símbolo cristiano de los tiempos de persecusión, el CRISMÓN. A través de esa puerta vemos la escalera que lleva a la cripta de esta bóveda. Esa escalera puede transformarse en nuestra mirada en una ALEGORÍA del descenso al más allá en todas sus variantes según las diferentes espiritualidades, o también puede ser un símbolo desde el cual asciende la fuerza de todo un pasado donde todo fue mejor y que el patrimonio de este cementerio hace memoria. Ambas interpretaciones pueden ser válidas. 




martes, 20 de febrero de 2024

JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Ingeniero del Departamento Topográfico Nacional.

JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Ingeniero del Departamento Topográfico Nacional. 

Foto personal tomada el 24 de enero de 2022 y el 14 de febrero de 2024.
En el reciente restaurado Panteón de los Ciudadanos Meritorios podemos leer esta lápida que dice: "Año de 1870. Le dedican este monumento sus hermanos y sobrinos al Coronel de Artillería y de Yngenieros D. JOSE Y. ÁLVAREZ DE ARENALES, quien hizo las campañas gloriosas de la Independencia con los Generales San Martín y Álvarez de Arenales". No confundir con su padre, también militar que se llama JUAN ANTONIO ÁLVAREZ DE ARENALES.
RECURSO
Álvarez de Arenales, José Ildefonso (1798-1862).
Militar y geógrafo argentino nacido en Cochabamba (Bolivia) el 5 de febrero de 1798 y fallecido en Salta el 14 de julio de 1862. Era hijo del general Juan Antonio Álvarez de Arenales, que sirvió al general San Martín en el proceso de emancipación de América. En 1818 comenzó a estudiar en Matemáticas y Geografía, aunque no pudo completar su formación debido a que acompañó a su padre a la campaña de liberación de Perú iniciada en 1820 por el general San Martín. En 1826, conseguida la independencia peruana, José Ildefonso alcanzó el rango de coronel de artillería, por la solvencia demostrada en el conflicto. También participó en la guerra contra Brasil, pero enseguida abandonó la carrera militar para volcarse en su otra pasión, la Geografía.
En 1828 fue nombrado Ingeniero del Departamento Topográfico Nacional, donde desempeñó diversos trabajos cartográficos, preferentemente centrados en la descripción del Chaco. En 1834 alcanzó la presidencia del citado organismo, incrementando con ello su labor en el campo de la cartografía. En 1852, con la derrota del gobernador Rosas a manos del general Urquiza, Álvarez de Arenales perdió su puesto en el Departamento Topográfico Nacional y pasó a residir en Salta, donde acabaría sus días. Sus principales obras son Segunda campaña a las sierras del Perú (1821) y Noticias históricas y descriptivas sobre el gran país del Chaco y Bermejo (1833). Esta última está considerada como el estudio más profundo, bibliográfico y geográfico, sobre el Chaco, incluyendo una interesantísima propuesta de colonización del Chaco y de navegación del río Bermejo, pues, según Álvarez de Arenales, la economía argentina se vería beneficiada del intercambio comercial con Bolivia. La caída de Rosas evitó que estos planes se llevasen a cabo, pero no es óbice para considerar a la obra del geógrafo argentino como una de las más interesantes, eruditas y acertadas de la ciencia argentina en la primera mitad del siglo XIX.





JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Panteón de los Ciudadanos Meritorios.

JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Panteón de los Ciudadanos Meritorios.

Fotos personales tomadas el 24 de enero de 2022.
A medida que uno recorre la Recoleta comienza a ver muchas cosas que en previas visitas habían pasado desapercibidas. Es como una forma de educar la mirada para que pueda descubrir esas maravillas pequeñas o humildes pero siempre valiosas. Fijarse que el nombre ILDEFONSO en aquellos tiempos se escribía con Y.
RECURSO.
José Ildefonso Álvarez de Arenales (n. Cochabamba, Alto Perú, 1798 – † Buenos Aires, 1862) fue un ingeniero, militar y político argentino de origen altoperuano, que participó en la campaña de independencia del Perú, en la Campaña de Rosas al Desierto y en algunas de las guerras civiles argentinas.
Biografía
Hijo del después general Juan Antonio Álvarez de Arenales, se educó en la ciudad de Salta, educación que completó en la escuela militar de matemáticas de Buenos Aires.
A fines de 1819 se incorporó al Ejército de los Andes en Chile y participó en la expedición auxiliadora al Perú, como ayudante de órdenes del general José de San Martín. Como oficial de artillería de la división al mando de su padre participó en la primera campaña a la Sierra del Perú bajo el mando de su padre – en la que tomó parte en la Batalla de Pasco – así como en la segunda campaña de la Sierra.
Regresó a Salta con su padre en 1823, y participó con él en la campaña al Alto Perú del año 1825.
Fue diputado al Congreso General de 1824 reunido en la capital y participó en la sanción de la Constitución Argentina de 1826. Ese mismo año pasó al ejército de la Banda Oriental, para participar en la Guerra del Brasil, pero poco después fue nombrado comandante militar del Puerto de Ensenada. Prestó auxilios al almirante Guillermo Brown durante el Combate de Monte Santiago.
En 1828 rehusó apoyar la revolución de Juan Lavalle contra el gobernador Manuel Dorrego, lo que le valió la estima de los federales; cuando éstos regresaron al gobierno bajo la dirección de Juan Manuel de Rosas, fue ascendido al grado de teniente coronel.
En 1832 escribió una reseña llamada Segunda Campaña a la Sierra del Perú en 1821, que resultó un testimonio histórico valioso para conocer los detalles de esa campaña casi desconocida de la guerra de la independencia, refutando las opiniones del general William Millar, que culpaba del fracaso en la misma al general Arenales.
En 1833 participó en la Campaña de Rosas al Desierto, durante la cual levantó muchos planos topográficos e hidrográficos. Fue jefe del departamento topográfico de la provincia de Buenos Aires entre 1834 y 1852. Participó en la campaña de 1837 contra el presidente de la Confederación Perú-Boliviana, Andrés de Santa Cruz, a órdenes del general Alejandro Heredia. Tras la muerte de este regresó a Buenos Aires. Fue uno de los responsables de levantar el importante campamento militar de Santos Lugares y llegó al grado de coronel.
Confeccionó un mapa general del ex virreinato del Río de la Plata y otro, más detallado, del Alto Perú. Publicó unas Noticias históricas y descriptivas sobre el Chaco y Bermejo con observaciones relativas a un plan de colonización, y también un Diccionario Geográfico de Chile, Perú y el Río de la Plata, que nunca fue publicado.
Cuando se produjo la Batalla de Caseros formó parte de los cuerpos de inválidos, que guarnecieron la capital, ya que había perdido por completo el oído. Fue dado de baja del ejército porteño, pero reincorporado a fines de ese año, por haber apoyado la revolución del 11 de septiembre de 1852. Participó en la defensa de la ciudad durante el Sitio de Buenos Aires. Poco después de la finalización del Sitio fue propuesto para el ascenso al grado de general, pero rechazó el ascenso en términos firmes.
Falleció en la ciudad de Buenos Aires en 1862. Sus restos descansan en el Panteón de los Ciudadanos Meritorios del Cementerio de la Recoleta.





lunes, 19 de febrero de 2024

GUILLERMO UDAONDO. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

GUILLERMO UDAONDO. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Fotos personales tomadas el 14 de febrero de 2024
En esta placa conmemorativa podemos leer: "La H. Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Al ex gobernador D. GUILLERMO UDAONDO. 4 agosto 1922" Vemos en ella una figura femenina a la izquierda, posiblemente una doliente que deja caer flores sobre las llamas votivas que hacen de un pebetero. A la derecho y emamrcando todo la placa vemos guirnaldas de HIEDRAS como expresión del deseo de ternidad. Esta placa es´ta firmada por la empresa GOTTUZZO Y PIANA.
RECURSO.
Guillermo Ascencio Udaondo Peña (Buenos Aires, 14 de diciembre de 1859 - íd., 4 de agosto de 1922) fue un político argentino. Fue Gobernador de Buenos Aires entre el 1 de mayo de 1894 y el 1 de mayo de 1898.
Biografía[
Guillermo Udaondo nació el 14 de diciembre de 1859 en Buenos Aires, siendo hijo de Isabel Peña Zelaya y Guillermo Manuel de Udaondo Ortiz Basualdo. Se casó con Josefina Leloir Sáenz Valiente, con quien tuvo cinco hijos.
En su juventud se recibió de médico. Se afilió a la Unión Cívica y fue elegido gobernador de Buenos Aires en 1894, desempeñándose en dicho cargo hasta 1898, cuando fue sucedido por el radical Bernardo de Irigoyen.
Durante su gestión gubernamental, en 1897, se fundó la Universidad de La Plata, que posteriormente pasaría a ser la Universidad Nacional de La Plata, siendo esta una de sus más importantes obras de gobierno. Como gobernador de la provincia su administración se vio convulsionada por profundos conflictos entre los partidarios y los adversarios de Alem e Yrigoyen. Tras el suicidio de Alem se desató una crisis impensada en las filas de su partido, manifestación de conflictos facciosos larvados desde tiempo atrás que aceleraron la descomposición del gobierno de Udaondo, junto con una parálisis presupuestaria.
La Avenida Udaondo de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre en homenaje, así como la localidad de Villa Gobernador Udaondo, en el partido de Ituzaingó, la localidad de Gobernador Udaondo en el partido de Cañuelas y la calle Gobernador Guillermo Udaondo en Beccar, partido de San Isidro