jueves, 8 de diciembre de 2022

MARIANO DE VEDIA VILLADEMORO. 1867-6 de enero 1941. Periodista.

MARIANO DE VEDIA VILLADEMORO. 1867-6 de enero 1941. Periodista.

Foto personal tomada el 8 de noviembre de 2022
Es muy complicado poder investigar la trayectoria de este periodista ya que permanentemente aparecen otras personalidades con el mismo nombre pero diferentes fechas de nacimiento o fallecimiento. Si bien esta placa muy ART DECÓ se encuentra en un costado del monumento funerario del padre de JULIO A. ROCA, no he podido establecer el parentesco entre ambos. Sus publicaciones parecian con el seudónimo de JUAN CANCIO. Esta placa está firmada por el escultor LUÍS CARLOS ROVATTI de quien hemos encontrado varias obras en la Recoleta
RECURSO. 
Mariano de Vedia (1867-1941) se había formado como periodista en La Nación, “bajo el ala cálida y ancha de Bartolito” (González Arrili 1947: 244); allí había trabajado hasta 1889 junto a Julio Piquet,Julián Martel y Gabriel Cantilo, con quien más adelante establecería un intercambio de cartas publicadas en ambos periódicos a raíz de la formación del Ateneo.
15 Se leía en “Movimiento literario” del 13 de julio: “Mariano de Vedia, robando momentos a su vida de periodista, prepara también otra novela, cuyo argumento es la lucha entre el amor que inspiran a una misma mujer dos hombres completamente distintos, por naturaleza, cuna y posición social”.
file:///C:/Users/MyPc/Downloads/admin,+Gestor_a+de+la+revista,+OTn14a06.pdf
Leopoldo Lugones arrive à Buenos Aires en février 1896 avec, en poche, une lettre de Carlos Romagosa qui le recommande à Mariano de Vedia (1867-1941), un journaliste connu sous le pseudonyme de Juan Cancio, afin qu’il lui donne un poste de rédacteur dans La Tribuna, un organe de presse proche de Julio A. Roca1. En dépit d’une solide expérience journalistique2, le poète perd vite ses illusions, le quotidien ne donnant pas suite aux sollicitations de son protecteur qui voyait en lui un polémiste redoutable. Aux abois, Lugones en est réduit à mener une vie précaire, ce qui, selon des témoignages directs, le contraint parfois à manquer aux rendez-vous de ses amis modernistes (Ghiraldo, 1943 : 279)3.



No hay comentarios:

Publicar un comentario