sábado, 7 de enero de 2023

BAILEBE Y AGILERA/AGUERA. Desde tiempos remotos.

BAILEBE Y AGILERA/AGUERA. Desde tiempos remotos.

Fotos personales tomadas el 30 de abril y 1º de octubre de 2022
Encontrarme con estos vestigios de los primeros tiempos de la Recoleta, en muchos casos anteriores a las diversas reformas y modificaciones, despiertan todas la intrigas y las preguntas de muy difícil respuesta. En este caso podemos ller en la más que escueta lápida: "1864. Sepulcro de las familias BAILEBE Y AGILERA. Q.E.P.D". No he podido ir más allá de esta información. Por el paso del tiempo y deterioro me cuesta discernir el segundo apellido.
RECURSO.
Cementerio de La Recoleta: una ciudad de ángeles, mármol y bronce
El Cementerio de La Recoleta fue inaugurado en 1822 en el predio que fuera la huerta de los monjes Franciscanos Recoletos Descalzos, junto al monasterio y a la iglesia, hoy Basílica Nuestra Señora del Pilar.
En la década de 1870, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla que azotó a la ciudad, las familias patricias instaladas hasta ese momento en los barrios del sur, principalmente Monserrat y San Telmo, abandonaron sus residencias y se trasladaron al sector norte, a los barrios actuales de Retiro y Recoleta. A partir de este momento el cementerio se convierte en la última morada de la aristocracia porteña.
En este cementerio no se siente en absoluto el agobio de la muerte. En general los cementerios son lugares poco amistosos y no invitan a recorrerlos. Pero esto no pasa en La Recoleta. Este bosque de esculturas invita al visitante a internarse y explorarlo. Abundan los mármoles italianos, el bronce y la piedra. Algunas esculturas fueron compradas en Europa, pero en general las familias contrataban a escultores y arquitectos europeos o argentinos para que diseñaran sus últimas moradas.
Podemos ver obras de los más afamados arquitectos y escultores, tanto nacionales como europeos. Dentro de las 5 hectáreas que ocupan encontramos obras de íconos del Art-Decó porteño como el Arq. A. Virasoro o el escultor J. Fioravanti, obras Art-Nouveau, neo-góticas, neo-románicas o neo-clásicas y un sin fin de historias y leyendas que resumen la historia de nuestro país.






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