miércoles, 5 de junio de 2019

FAMILIA VELA. EL LENGUAJE NEOCLÁSICO

EL LENGUAJE NEOCLÁSICO NOS INTERPELA.
MAUSOLEO DE LA FAMILIA VELA. 
Fotos personales tomadas el 6 de mayo de 2019.

En estas imágenes que hoy comparto con ustedes intento captar el pensamiento que sus creadores han colocado para dialogar con nosotros, los pasajeros de esta vida. Me intriga captar ese pensamiento que subyace en cada uno de los elementos escogidos.No son meras columnas y no se agota su contemplación definiendo su estilo y orden arquitectónico. sospecho que hay un algo más que tenemos que descifrar. Tenemos que lograr que esta construcción nos hable. No creo que sea pura casualidad y mera vanidad. Hay una intencionalidad que si le damos tiempo este edificio nos puede decir mucho más. 

Es de un estilo neoclásico tan puro que me cautiva y que lo encontré por pura casualidad. Tengo que volver porque un primer encuentro no es suficiente. Pocos son los registros que hablan de esta construcción que me parece de una importancia que merece mejor suerte. Tengo que volver y espero que todos ustedes le puedan prestar esa atención que se merece.
RECURSOS. 
Arquitectura Neoclásica: reproduce las formas generadas por los griegos y los romanos, más no tarda en suprimir toda referencia a las medidas del cuerpo, prefiriendo el nuevo sistema métrico adoptado por los franceses y favoreciendo la monumentalidad. Usa los símbolos y motivos redescubiertos en los muebles y edificios de Pompeya y Herculano. Bajo el liderazgo de la revolución francesa primero y de Napoleón Bonaparte después, se construyen edificios romanos en Francia y en las capitales de Europa y América. Después del barroco y del Rococo, el neoclasicismo representa una simplificación: las líneas rectas dominan sobre las curvas, existen menos contrastes de volúmenes, menos adornos. La simetría se generaliza, dinteles y columnas reemplazan los arcos. Los frontones triangulares substituyen los circulares y las balaustradas reaparecen sobre los edificios.

Origen
Comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco, se prolongó durante el XIX. Uno de los factores más influyentes para el desarrollo de la arquitectura neoclásica fue la revolución industrial, la cual modifico radicalmente el estilo de vida de esa época, influyo en adelantos técnicos, científicos por lo tanto en el desarrollo de nuevos materiales de construcción y planeación de la organización espacial se extendió por la mayor parte de Europa aunque tardo bastante la transición de barroco a neoclásico.
Todo empezó en Francia pues tenía las formas menos agresivas y cargadas durante el barroco eso facilito dicha transición, pues por ejemplo Alemania tardo diez años pues el estilo barroco perfilaba la arquitectura. El Neoclasicismo llega motivado por la nueva atracción que despierta el mundo clásico, el interés surgido por la arqueología, las excavaciones de Herculano y Pompeya y el rechazo hacia las formas del barroco





3 comentarios:

  1. Jorge Moras M
    DE PROVEEDORES DEL EJÉRCITO Y PRESTAMISTAS AL ESTADO A GRANDES TERRATENIENTES GRACIAS AL FAVOR DE LOS GOBIERNOS
    Pedro José Vela nació en 1791 en San Carlos, Maldonado, Banda Oriental, que integraba por entonces la Intendencia de Buenos Aires dentro del virreinato del Río de la Plata; y falleció en 1857 en la ciudad de Buenos Aires, capital del por entonces Estado de Buenos Aires, separado de la Confederación Argentina tras la batalla de Caseros. En su tierra natal Pedro José se dedicó al comercio y a la ganadería y allí sufrió económicamente los duros embates resultantes de las guerras de independencia, motivo por el cual en 1820 se trasladó a Buenos Aires en compañía de su hermano Felipe.
    Establecidos en Buenos Aires con una tienda en la Recova Vieja y habiendo fijado su domicilio cerca de la plaza de las carretas, los hermanos Vela se dedicaron a la actividad comercial de venta de frutos del país. Habiendo logrado una situación patrimonial que le permitía vivir con cierta comodidad, en 1823 Pedro José se casó con Petrona Vázquez González, porteña de familia decente y sin fortuna.
    Entre 1820 y 1824 Martín Rodríguez ejerció la gobernación de la provincia de Buenos Aires, desempeñándose Bernardino Rivadavia como su ministro de Gobierno; y en el marco de su política de expansión de la frontera contra el indio el gobernador dispuso, en 1823, la creación del fuerte Independencia, que luego daría lugar al nacimiento del pueblo de Tandil.
    En dicha ocasión los hermanos Vela, asistidos por allegados coterráneos de la Banda Oriental, vieron la oportunidad de conquistar nuevos horizontes y se iniciaron como proveedores de víveres para el ejército en la zona de emplazamiento e influencia del referido Fuerte, ocupándose ellos mismos tanto del transporte como de la comercialización de la mercadería.
    Siendo que para llegar de Buenos Aires a la zona de Tandil había que cruzar los ríos Salado y Chapaleofú y superar otras muchas dificultades, las circunstancias hacían que el precio de las mercaderías aumentara considerablemente.
    Para cumplir su cometido de proveer de bienes tanto a la guarnición militar como a los soldados y a los pocos pobladores de la zona, los hermanos Vela instalaron una pulpería en las proximidades del Fuerte, emplazada sobre terrenos que a pedido de Felipe le fueron cedidos por el gobernador.

    ResponderEliminar
  2. Jorge Moras M
    [Continuación] Al ser emplazado el fuerte su comandante solicitó autorización al gobierno para librar letras a favor del comercio de los Vela por provisión de mercadería a la guarnición y de adelantos de dinero para el pago de sueldos de los efectivos militares, contra un plazo razonable para que el gobierno respondiese con intereses a los compromisos asumidos. A este respecto, debido a que el cobro de los salarios de los soldados comúnmente venía con retraso, el comercio de los Vela adelantaba dinero contra la suscripción de vales que luego había de reconocer y afrontar el gobierno provincial; con el dinero adelantado por el comercio contra la suscripción de vales, en el mismo comercio los soldados gastaban el dinero en mercadería, pagando el precio que arbitrariamente el comerciante fijaba; y en definitiva, era el Estado el que debía afrontar los gastos, cubriendo letras y vales.
    La actividad de transporte de mercadería no se limitaba a abastecer el comercio con el que los Vela satisfacían las necesidades del Fuerte, del personal militar y de los pobladores de la zona, sino que comprendía también el traslado de cueros vacunos a Buenos Aires para ser vendidos en el mercado de frutos.
    Al mando del Regimiento 7 de línea, que guarnecía el Fuerte Independencia (hoy Tandil), y habiendo sido ascendido a Coronel en 1827 por el presidente Rivadavia, en 1828 el uruguayo Ramón Estomba partió hacia el sur de la provincia de Buenos Aires y fundó la Fortaleza Protectora Argentina (hoy Bahía Blanca), misión a la cual, sin descuidar sus intereses en Tandil, Pedro José Vela hubo de acompañarlo a fin de realizar, en relación con el fuerte a emplazar, la misma actividad que cinco años antes y en relación con el Fuerte Independencia ambos hermanos habían encarado en la zona de Tandil.
    En 1830 Felipe Vela pagaba patentes por dos pulperías en Bahía Blanca y era prestamista del gobierno y pulpero tanto en la zona de Tandil como de Bahía Blanca, en tanto que su hermano Pedro pagaba patentes por una pulpería en Tandil y dos en Magdalena y tenía una flota de carretas, de las cuales once se encontraban patentadas en Capaleofú.
    En el marco de la Ley de Enfiteusis, sancionada en 1827 durante la presidencia de Rivadavia para garantizar el préstamo otorgado por la casa Baring Brothers durante el gobierno de Martín Rodríguez, y de la de Premios Militares, sancionada por servicios prestados en 1833 para la realización de la campaña militar a la frontera interior, durante la segunda mitad de la década del treinta del siglo XIX los hermanos Vela comenzaron a invertir en tierras las ganancias de su actividad comercial y financiera vinculada con el Estado, convirtiéndose en los principales adquirentes de tierras de la provincia de Buenos Aires, a punto tal que Pedro José llegó a tener cincuenta leguas en las inmediaciones del pueblo de Tandil, adquiridas contra entrega de hacienda, pago en cuotas en moneda corriente, letras de tesorería y compensación de créditos contra la provincia por préstamos realizados.
    En esta nueva etapa, además de estanciero Felipe fue juez de paz en Bahía Blanca de 1836 a 1841 y luego fue juez de paz y jefe de policía en Chapaleofú de 1841 a 1858, ejerciendo aquí el cargo desde su estancia “Loma Partida”, en tanto que Pedro se dedicó por entero a la actividad agropecuaria.

    ResponderEliminar
  3. [Continuación] Manteniendo siempre fuertes lazos con el gobierno provincial fueron proveedores de hacienda tras los embargos decretados sobre propiedades rurales de los Libres del Sur, vencidos en 1839.
    Tras el fallecimiento de los hermanos Vela y años más tarde de la esposa de Pedro, los catorce hijos de este recibieron en herencia el patrimonio dejado por su padre; y siendo que en 1883 el Ferrocarril del Sud llegó a Tandil y proyectaba su continuación hasta Bahía Blanca, en 1884 se proyectó la traza del riel hacia Benito Juárez; y en 1885 los Vela cedieron una fracción de tierras ubicada cincuenta kilómetros al sudoeste de Tandil en la zona llamada horquetas de Capaleofú, para emplazamiento de un apeadero que hoy conserva un apellido perdido en el tiempo en un cartel de un ramal ferroviario.
    En 1885 Vicente Eladio Casares Rodríguez Rojo, importante estanciero con campos en la zona y casado con María Ignacia Lorenza Martínez de Hoz Fernández de Agüero, compró tierras aledañas a la estación Vela; y en el marco de una flamante ley que pretendía fomentar el poblamiento y agricultura en torno a las estaciones ferroviarias, en 1888 su hijo Vicente Lorenzo Casares presentó al gobierno el proyecto de Centro Agrícola María Ignacia, que si bien no fue aprobado le dio luego el nombre de su madre, María Ignacia, al del pueblo que conserva el nombre de la vieja estación.

    ResponderEliminar