FEDERICO LELOIR. La simbología de las alas de los ángeles.
Arquitectura, Símbolos, Arte en el Cementerio de la Recoleta
Desde septiembre de 2018 he comenzado la tarea de realizar un relevamiento con mayor sistema y más abarcativo de las construcciones que se puede encontrar en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En general el material y los recursos relacionada con cada construcción están dispersos y por ello he querido indicar al pie de cada entrada los links que han alimentado la información.
lunes, 22 de julio de 2024
FEDERICO LELOIR. La simbología de las alas de los ángeles
HERNAN ZUBIZARRETA. Una mirada familiar y doméstica.
HERNAN ZUBIZARRETA. Una mirada familiar y doméstica.
martes, 27 de febrero de 2024
PEIRANO. Obra del Arquitecto ALDO ANTONIO FLÁNDOLI
PEIRANO. Obra del Arquitecto ALDO ANTONIO FLÁNDOLI
lunes, 26 de febrero de 2024
RUFINO DE ELIZALDE. Obra del escultor AGUSTÍN RIGANELLI.
RUFINO DE ELIZALDE. Obra del escultor AGUSTÍN RIGANELLI.
ALÉM. IRIGOYEN. GONZÁLEZ. ILLIA. Los muchos nombres de la Unión Cívica Radical.
ALÉM. IRIGOYEN. GONZÁLEZ. ILLIA. Los muchos nombres de la Unión Cívica Radical.
Libertad y democracia, los legados de Leandro Alem
Por Nicolás Cereijo- Es auxiliar docente del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales repasó la vida y los ideales de Leandro Alem, a 124 años de su fallecimiento
Hoy se cumple un nuevo aniversario (124) del fallecimiento de Leandro
Alem. Este artículo es un humilde homenaje a uno de los cultores de la
democracia argentina en tiempos muy adversos. A un soñador que dejó todo por
apostar a la lucha política.
Creador de dos partidos, uno con un paso efímero denominado Republicano y el otro el más longevo de América Latina, la Unión Cívica Radical. Militante incansable de la libertad y de los intereses nacionales, fue un claro ejemplo de honradez y moral cívica, elementos ponderados en la actualidad por su triste ausencia.
Leandro Além nace el 11 de marzo de 1842. Es hijo de un almacenero federal rosista que fuera fusilado, colgado en una horca y exhibido al pueblo tras la derrota de Rosas. Tenía solo 11 años cuando vio como ejecutaban a su padre, junto a Ciriaco Cutiño, por su pertenencia a la mazorca rosista. Fue el 29 de diciembre de 1853 en la Plaza Independencia, que ocupaba un terreno entre la actual avenida Independencia, Bernardo de Irigoyen, Tacuarí y Estados Unidos.
Muy a pesar suyo, comenzaron a llamarlo "el hijo del ahorcado". El joven Leandro tomó la decisión de modificarse el apellido, cambiando la "n" por la "m". Aún es motivo de controversia el significado de la "N.", que se interpreta como Nicéforo. También firmaba como "Ln. Alem". Cuando le preguntaban qué significaba la "n" minúscula, respondía "nada. Eso significa".
A pesar de crecer sumergido en la pobreza absoluta pudo realizar los estudios secundarios e ir a la Universidad. Con apenas 17 años, participó en los ejércitos urquicistas para derrotar a los díscolos bonaerenses, contra quienes guardaba rencor por el asesinato de su padre. Dos años más tarde, sin embargo, se unió a las filas de Bartolomé Mitre, para luchar contra Urquiza, y poco después también participaría de la Guerra del Paraguay, siendo herido en Curupaytí.
En 1868 se incorporó al partido Autonomista de Adolfo Alsina y al año siguiente se graduó de abogado. Fue secretario en la legación argentina en el Brasil y vicecónsul en Asunción del Paraguay.
Logra llegar a la Legislatura Provincial en 1872 y un año más tarde participa del sofocamiento del alzamiento mitrista en Buenos Aires. Luego se enemista con Alsina, forma el Partido Republicano con Aristóbulo del Valle, resultando así electo diputado nacional y rechaza la cesión de Buenos Aires al dominio nacional en 1880.
Su participación fue relevante en las Revoluciones del Parque y Radical
de 1893. Como en todo proceso orgánico partidario, Alem acentúa sus diferencias
fundamentalmente con su sobrino, Hipólito Yrigoyen, que lo llevan a una
profunda depresión que termina con el fatal
suicidio el 1 de julio de 1896. “Mis dolencias son gravísimas,
necesariamente mortales. Adelante los que quedan”, escribió antes del disparo
fatal en un carruaje camino al Club Progreso. La mesa, donde habían
depositado su cuerpo la trágica noche del 1 de julio de 1896, aún se conserva
como un tesoro en el Club del Progreso.
De sus reflexiones quedará impregnada una máxima radical: “Que se rompa, pero que no se doble”. Luchador inquebrantable de la libertad y la democracia, este es un pequeño homenaje a un emblema de nuestra democracia y padre del primer partido democrático y moderno, cuya libertad e igualdad son sus pilares básicos e inquebrantables.
Publicado en: Opinión
https://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?id_nota_prensa=18503&id_item_menu=6
J.M. LAVIGNOLLE. El paso del tiempo construye metáforas
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martes, 20 de febrero de 2024
JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Ingeniero del Departamento Topográfico Nacional.
JOSÉ ILDEFONSO ÁLVAREZ DE ARENALES. Ingeniero del Departamento Topográfico Nacional.