lunes, 22 de julio de 2024

HERNAN ZUBIZARRETA. Una mirada familiar y doméstica.

HERNAN ZUBIZARRETA. Una mirada familiar y doméstica.

Fotos personales tomadas el 19 de noviembre de 2023
Muy pocas veces una placa conmemorativa nos permite ingresar a un relato y una mirada tán natural de una de las personalidades cuyas placas rinden homenaje. Este es el relato de un familiar que nos permite conocer el lado humano de este médico, relacionado también con el Dr. ABEL ZUBIZARRETA. En la placa podemos leer: "Al Doctor HERNÁN ZUBIZARRETA. Q.E.P.D. 1945-15 septiembre-1950. Los empleados de "La Cantabrica. S.A.M.I.C." a su Director Médico y amigo como homenaje en el primer aniversario de su fallecimiento". En esta placa vemos la alegoria de la victoria que aproxima una PALMA DE GLORIA. Vemos también el CADUCEO DE ESCOLAPIO para simbolizar la medicina y las HIEDRAS como deseo de eternidad. Estas placas se encuentran a un costado del monumento funerario cuyo titular es MANUEL AUGE.
RECURSO.
Doctor Hernán Zubizarreta.
Hernán había estudiado en el Colegio de las Escuelas Pías, de los Padres Esculapíos, y se había recibido de médico, siendo el cuarto de su familia que lo hacía, y se especializó en otorrinolaringología.
Era discípulo y amigo del Dr. Segura, famoso en esa especialidad y pronto fue su ayudante y tuvo una cátedra en la Facultad de Medicina.
Concurrió siempre al Hospital de Clínicas y luego también al de San Isidro.
Era muy estudioso y venía a su casa todas las semanas un profesor de alemán el cual le leía y luego traducía los artículos de medicina que le interesaban de una publica­ción que recibía de Alemania.
Se preocupaba por su vestimenta y aspecto físico y solía salir siempre con guantes pues siendo cirujano debía cuidar mucho sus manos.
A Hernán le encantaba salir en auto los domingos a la tarde a recorrer y explorar la ciudad y sus alrededores, y yo que estaba solo en lo de Memé solía a menudo acompa­ñarlos.
Hernán y Margarita eran muy diver­tidos pues siempre cantábamos para lo cual Margarita tenía muy buena memoria para recordar las letras. En cambio a Hernán le gustaba recitar poesías.
Cuando íbamos en el auto varios chicos, Hernán nos hacía hacer concursos que ganaba, por ejemplo, el que se acordaba, en orden, de las calles por las que habíamos pasado.
Hernán solía ir a jugar al golf, lo que hacía en el Club Náutico San Isidro, del que era socio, y en el cual a veces también salía a navegar a vela con algunos amigos.
La familia pasaba generalmente sus vacaciones yendo parte de ellas a alguna playa del Uruguay y la otra mitad la pasaban en Chapaicó, junto a Marcelo y Elena.
A menudo, Hernán que siempre tenía muchos pacientes que atender, sólo iba a acompañar a la familia algunos días de las vacaciones.
Hernán era muy amante de la buena música, y como atendía por problemas de garganta a varios artistas líricos, el Señor Goldenstein, uno de sus amigos que era Ofi­cial Io de la Municipalidad, le consiguió una platea en la primera fila del Colón, de la que dispuso varios años, todo el año. Entre 1937 y 39, cuando él no de­seaba ir a las funciones, solía ofrecerme la platea, la cual yo siempre aprovechaba, no perdiéndome en esos años ningún espectáculo que se representaba en el Colón.
Hernán formaba parte del Directorio de "La Cantábrica", empresa metalúrgica de cuyo capital tenía una fuerte participación su hermano mayor Pepe. Fue a propuesta de Hernán que yo ingresé a esa empresa en Oc­tubre de 1941.
Alrededor de 1945. Hernán tuvo un problema hemorrágico en el esófago por el cual estuvo sumamente grave y lo operaron en el Sanatorio Podestá. Se repuso y retomó su vida normal, hasta que a mediados de 1949 tuvo, creo, un derrame cerebral y fa­lleció a los 53 años el 15 de Septiembre de 1949. 





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