domingo, 17 de mayo de 2020

VICENTE ORTEGA. Vanidades

VICENTE ORTEGA. Vanidad de vanidades
Foto personal tomada el 18 de septiembre del 2018
En su simplicidad el frente de esta obra me impacto. Me gusta esa especie de ojo de buey enmarcado con una corono de plantas indefinidas y el llamador para anunciar las visitas o nuevos huéspedes. El párrafo de una fuente contemporánea a este monumento funerario es todo un alegato contra las vanidades que rodean muchas de estos monumentos funerarios. Aun en su deterioro guarda la dignidad de una dama respetable.
RECURSO.
“Un entierro de fuste en Buenos Aires –dice Lucio López- no necesita describirse: el empresario fúnebre conoce los gustos de la gran capital, en los que prepondera la gran aldea; el convoy tiene que hacer corso en la calle Florida, no hay otra para ir a la Recoleta, y si a alguien se le ocurriera la idea de cambiar de itinerario, no sería difícil que el muerto… resucitara, protestando contra la variación de la ruta…”.
“Mientras depositaban el cajón en la bóveda de la familia, yo me perdí en las calles del cementerio…“¡Cuánta vana pompa!”… “¡Cómo podía medirse allí, junto con los mamarrachos de la marmolería criolla, la imbecilidad y la soberbia humanas! Allí la tumba pomposa de un estanciero…. muchas leguas de campo, muchas vacas; los cueros y las lanas han levantado ese mausoleo que no es ni el de Moreno, ni el de García, ni el de guerreros, ni el de los grandes hombres de las letras…“Allí la regia sepultura de un avaro. Más allá la de un imbécil… la pompa siguiéndolos en la muerte”.

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